Periodismo de trinchera
El presente escrito tiene por objeto manifestar el disgusto y malestar de los abajo firmantes con la manera en la que DEIA y alguno de sus colaboradores han abordado el resultado del último proceso electoral que ha vivido el Athletic Club para la elección de su Presidente.
En concreto nos referimos al analista deportivo José Luis Artetxe. Quien no tardó ni 24 horas en comparecer ante las y los lectores de este -nuestro- periódico para demostrar la escasa capacidad de digestión del resultado electoral y sentido democrático de los que suele hacer gala, en un artículo titulado “Que te vaya bonito, presi” que, más que un análisis postelectoral, parecía el anuncio de tambores de guerra.
Comenta con cierta ironía, en su desafortunado artículo, el Sr. Artetxe que, en su primer discurso como presidente, Jon Uriarte citó la superación de la conflictividad y "la fractura social" que “al parecer” anida en el Athletic Club, como uno de sus objetivos prioritarios una vez alcanzada la presidencia. "Queremos transformar el club y para eso necesitamos tener detrás a todos los socios", dijo exactamente Jon Uriarte. Algo con lo que, hasta cierto punto, es lógico que no esté de acuerdo quien, como este opinador, por el contrario, ha dado sobradas muestras de querer alentar y agrandar cada vez más dicha fractura.
Al igual que ya hiciera tras la legítima y democrática elección del anterior Presidente, Aitor Elizegi, Artetxe vuelve a demostrar que es de los que no otorgan ni el prudencial margen de 100 días de cortesía para que toda aquella persona que acceda al sillón presidencial del Athletic Club, que no sea de su agrado, tenga ni tan siquiera tiempo de limpiarse los zapatos en el felpudo de la antesala de Ibaigane.
Curiosamente no se refiere en ningún momento (ni le merece análisis alguno) la imprudencia en la que incurrió un importante mandatario público local al apostar abiertamente por uno de los tres candidatos en campaña, al que llegó a calificar de “candidato de consenso”. Y ello quizá debido al hecho incontestable de que el mismo sufrió una derrota bochornosa en las urnas, con el consiguiente perjuicio en términos de imagen pública que ese posicionamiento innecesario acarrea para el citado servidor público y las siglas a las que representa.
Subraya, eso sí, en su artículo, el analista deportivo de DEIA, el ciertamente elegante detalle que tuvieron tanto Ricardo Barkala, como Iñaki Arechabaleta, al estrechar la mano del vencedor, en reconocimiento a su victoria, deseándole suerte en su mandato. Elegancia de la que es evidente que este opinador carece, al añadir como colofón que “para empezar su andadura, Uriarte podría darse con un canto en los dientes”.
Un talante deportivo o una buena disposición la de los otros dos candidatos en liza, que al Sr. Artetxe (que en principio no se juega nada en esto) le falta. Eso sí que es paradójico.
"Somos la candidatura de la ilusión", rezaba el mensaje de Izan Athletic, que el Sr. Artetxe llama sibilinamente "una organización", cuando lo normal sería denominarla, como a las otras dos, "planchas" o, simplemente, “candidaturas”. Pero no para ahí la cosa. En su inefable artículo abunda en que esa "organización" estaba "absolutamente plegada a la figura de un líder absoluto, sin ningún otro perfil de relieve; todos detrás de Uriarte, quien tuvo a bien presentarse en sociedad repasando sus logros profesionales e insinuando el estatus que le han procurado", escribía.
Para este opinador, las candidaturas de Arechabaleta o Barkala no eran "organizaciones", ni estaban plegadas a la figura de un líder absoluto. Para el Sr. Artetxe, tanto Iñaki Arechabaleta como Ricardo Barkala no se presentaron en sociedad repasando sus logros profesionales ni tenían a nadie detrás. Cuando la opinión mayoritaria del socio indica lo contrario e incluso les habría penalizado por ello al apostar por Jon Uriarte como el único candidato de perfil independiente, que detrás no tenía a nadie aunque, enfrente, parece ser que sí. Basta analizar la hemeroteca y repasar los artículos del susodicho opinador para entender que ello únicamente puede deberse a dos motivos: O se dedica a omitir, de forma presuntamente interesada, cierta información de “su bando" en el contexto de esa “fractura social" que él mismo reconoce; o vive en una realidad paralela.
Y no es la única realidad que el Sr. Artetxe desconoce. Puestos a ignorar, parece desconocer también qué edad tienen las y los socios que votan en las 5 primeras mesas electorales (integradas por las y los Socios de mayor antigüedad) en las que, como en el resto de las 19 restantes, ganó la candidatura de Uriarte. Pues sólo la ignorancia (o el berrinche de un mal perdedor) puede atribuir su triunfo a "la paulatina incorporación al carnet rojiblanco de gente más joven en cosa de década y media. Ley de vida, en el vocabulario del veterano". Afirmar que la campaña de Uriarte "ha sido la más floja en contenidos y elección de profesionales con diferencia, y que nadie le ha le ha superado en errores", resulta casi un sinsentido toda vez que las y los socios han hablado y, lejos de penalizar esos supuestos “errores” que solo él observa, le han aupado a la victoria. Decir que alguno de ellos resulta para él “definitorio” e “induce a sospecha (avales, incompatibilidad profesional…)" es sencillamente una insidia inaceptable.
En un Estado de Derecho garantista, si alguien detecta algún tipo de irregularidad en un proceso electoral lo que debe hacer es acudir a los tribunales de justicia, en primer lugar a la Junta Electoral del propio Athletic Club y, si no está conforme con lo que esta dictamine, apelar ante la Justicia Ordinaria.
Por último, "tirar la piedra y esconder la mano" no es propio de alguien que dice ser periodista. Su deber es contrastar la información y denunciar públicamente los hechos, siempre y cuando estos sean eso, y se tengan argumentos e indicios razonables de cualquier presunta irregularidad, en vez de "ilustrarnos" con "sospechas" infundadas.
En cuanto al apartado de las omisiones, que el Sr. Artetxe dice que "merece un punto y aparte”, pues según él Jon Uriarte es “el candidato más remiso que se recuerda, inaccesible para los medios, refractario al contraste (boicoteó cada debate, salvo el que le pretendió montar) y abonado a un victimismo atosigante que alternó con críticas inmisericordes hacia sus rivales", habría que recordarle que si alguien malogró el debate a tres bandas convocado por la Asociación y el Colegio Vasco de Periodistas (al que Arachebaleta, por cierto, no se negó) fueron algunos opinadores del ámbito deportivo que, como él y el Grupo editorial para el que trabaja, deseaban tener ese debate en sus redacciones y platós de televisión. ¿Quién boicoteó ese debate en territorio neutral y por qué? Esa es la pregunta.
Entrando ya en las motivaciones de las y los socios que le han dado la victoria a Uriarte, Artetxe afirma sin despeinarse que "a sus votantes les ha importado poco que no cumpliese con los requisitos que se le presuponen a quien debería convencer con razones y pruebas". En otras palabras, como diría un Mario Vargas Llosa o un José María Aznar: “cuando no nos votan, los electores votan mal”. Lo que denota una total falta de respeto hacia la voluntad de los miles de socias y socios del Athletic Club que han depositado su confianza en Jon Uriarte.
Lógicamente, el derecho a la libertad de expresión es sagrado y cada uno es libre de opinar como quiera, siempre y cuando se haga responsable de sus palabras. Lo cual debería ser aplicable a cualquiera que opine en este y en cualquier otro Medio de comunicación, sin que unas opiniones puedan ser silenciadas y otras no, en función de inconfesables intereses.
Pero, ante tal nivel de ensañamiento, cabría preguntarnos si es admisible que ciertos supuestos especialistas y analistas deportivos se permitan mentir, difamar, ningunear o despreciar a todo aquel que no sea de su eventual conveniencia, interés o agrado, con el objetivo claro de desprestigiar y perjudicar su reputación e imagen ante la opinión pública.
Es por ello, las 130 personas que suscribimos estas líneas (lectoras y lectores de DEIA, en algunos casos accionistas de la empresa editora del Medio, muchas de ellas socias y socios (también compromisarias y compromisarios) del Athletic Club; queremos manifestar nuestro total desacuerdo con este tipo de artículos, de espíritu destructivo en tono y contenido, que no solamente hacen un gran daño al Athletic Club, faltando al respeto a sus socias, socios y a su afición, sino que, a nuestro entender, empañan la credibilidad y "manchan" la marca editorial de DEIA y del Grupo Noticias, y, por extensión, perjudican gravemente a las siglas a las que es afín su línea editorial.
Con ese tipo de opiniones, ¿Sale este Medio de Guatemala para ir a...? ¿Adónde?
Buena suerte, Sr. Artetxe.
Firmantes ()
Juan Antonio Virumbrales
Marisa Arenaza
Francisco de Larracoechea
Javier Amorin
Marisol Mondragon
Ibai Rodrígez
Alberto Mostajo
Joseba Salazar
Mª Pilar Alegría
Paco Ruíz-Alciturri
Alberto Trojaola
Josu Jon Bilbao
Carlos Laraudogoitia
Arantza Zenarruzabeitia
Javier Larrea
Jesús Altonaga
Juan Ramón Bilbao
Pedro Luis Hoyo
Gonzalo Iriondo
Félix Gutiérrez
Iciar Altonaga
Alberto Alonso
Arantza Muguruza
Mariely García
Iñigo García Barcos
Jon Echevarria
osé Antonio Gabiña
Marimar Epalza
Patricia Villasante
Roberto G. Epalza
Nerea Iraola
Enrique Gracia
Amaya Urquidi
Amador García
Verónica Agirre
Eduardo Basozabal
Juan Antonio Urquidi
Alicia Balmaseda
Nekane Méndez
Jasone Jaso
Haizea Merodio
Unai Zabala
Arrate Amorin
Iñaki Aranzamendi
Jon Mikel Osa García
Itziar Villamonte
Jon Ander Arregi
Miguel Ángel Pereda
Andoni Erkoreka
Amaia Soto Ruíz
Gerardo Alonso
Irune Larrazabal
Eusebio Garate
Nerea Pérez de Nanclares
Andoni Reizabal
Mikel Gómez Irueta
Karmele Etxeberria
Eukeni Basozabal
Mª Luz Garay
José Ramón Bilbao
Juan Carlos Mendizabal
Elena Urquijo
Pedro Mª Ucelay
Joseba Andoni Prados
Unai Landa
Pedro Mª Zárate
Pilar Ruíz de Alegría
Garikoitz Del Campo
Leire Gómez
Juan Emilio Ortíz
Tomás Laskurain
José Mº Medina
Javier Morales
Miren Edurne García
Mº José González-Iribarren
Jon Mirena Aurtenetxe
Luis Mº Ruibal
Sergi Cristòbal
Koldo Muguruza
Igone Lauzirika
Pello Bastida
Gaizka Gil
Begoña Arrondo
Estíbaliz García
Juan Mª Landaluce
Begoña Villamor
Unai Reizabal
Edurne Arteta
Ignacio Méndez
Beñat Sevilla
Ainhoa González
Carles Arnau
Ander Zarandona
Jon Landa
Ikerne Ruiz
Mª Isabel Iturbe
Pedro Mª Alzaga
Iñaki Usabiaga
Ana Mº Larrazabal
Estibaliz Uria
Esteban Altuna
Mikel Urkizu
Alazne Nieto
Alfonso Palomero
Jesús Mº Díez-Berriatua
Patxi Lekube
Irati Gómez Altube
Rafael González
Maider Nogales
Eva San Millán
Jon Peli Lacasa
Miren López-Azueta
Víctor Zaldunbide
Aitor Larrea
Tamara Ferreira
Idoia Allende
Iñaki Valle ?
Anton Ipiña
Joseba Andoni Garmendia
Milel Zenarruzbaitia
Aintzane Garai
Xavier Cassaynes
Iñigo Landa
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